domingo, 10 de octubre de 2010

¿Tendrá razón mi mamá?

Dice mi madre que ya sería mejor que, de una buena vez, se acabase el mundo.
Según lo que dice Felipe Calderón, resulta que Valentina Rosendo Cantú, Inés Fernández Ortega, Ernestina Asencio, Rosendo Padilla, Jorge Antonio Mercado, Javier Francisco Arredondo y la familia Almanza Salazar no son víctimas de atroces excesos del Ejército nacional contra civiles inermes en tiempo de paz, no, no, no, sino simples cantaletas que ya empiezan a cansar al "presidente". A mí, la cantaleta que me cansó en 2006 y me vuelve a cansar ahora, en su relanzamiento 2010, es la de "López Obrador es un peligro para México", cantaleta tan bobalicona y malévola como la diversa cantaleta de "Estaríamos mejor con López Obrador".
Y si creemos en las declaraciones oficiales, resulta no sólo que al cardenal Juan Jesús Posadas Ocapo lo mataron por error, por haberlo confundido con el "Chapo" Guzmán (¡ah, los narcos y su maldita manía de uniformarse con la indumentaria eclesiástica a que se refiere el canon 284!), sino que también el atentado contra Jaime Delgado Alcalde en Ciudad Valles fue una confusión, lo mismo que el secuestro masivo de turistas en Acapulco. De donde se concluye que, según el gobierno, los delincuentes son, además de malvados, todos unos tontos de capirote, cretinos, morones, imbéciles y subnormales badulaques que a todo y a todos y todas confunden, revuelven, reborujan y entremezclan. Urge, entonces, una adecuada intervención psicológica --acaso también, neuropsiquiátrica-- para que a los malosos se les quite de una vez lo pendejos y se limiten a agredir precisamente a aquellos que realmente quieren agredir, y sólo a ellos, no a terceras personas que tienen --tenemos-- derecho a no ser confundidas.
A todo eso, sumémosle las minas derrumbadas, los edificios bombardeados, las inundaciones de lodo tóxico, el calor, el frío, la lluvia, la sequía, etc., etc., etc....
¿Y si mi madre tuviera razón? ¿Y si ya se va a acabar el mundo?

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