sábado, 30 de octubre de 2010

No llegan las palabras

No puedo más, no llegan las palabras
idóneas, puntuales, netas, justas,
las que digan mucho más que "me gustas",
palabras que sean más que palabras.

Torpeza de desenfrenadas cabras
salvajes, pestilentes, incombustas,
mas se asustan cuando te asustas
con lo poco que dicen las palabras.

Hoy este rimador incompetente
necesita palabras más que nunca
y no las halla. Trunco ve el camino

que lo lleve ya a ti entre tanta gente
y se le va a quedar la vida trunca
si a ti no llega, que eres su destino.


30 de octubre de 2010.

domingo, 10 de octubre de 2010

¿Tendrá razón mi mamá?

Dice mi madre que ya sería mejor que, de una buena vez, se acabase el mundo.
Según lo que dice Felipe Calderón, resulta que Valentina Rosendo Cantú, Inés Fernández Ortega, Ernestina Asencio, Rosendo Padilla, Jorge Antonio Mercado, Javier Francisco Arredondo y la familia Almanza Salazar no son víctimas de atroces excesos del Ejército nacional contra civiles inermes en tiempo de paz, no, no, no, sino simples cantaletas que ya empiezan a cansar al "presidente". A mí, la cantaleta que me cansó en 2006 y me vuelve a cansar ahora, en su relanzamiento 2010, es la de "López Obrador es un peligro para México", cantaleta tan bobalicona y malévola como la diversa cantaleta de "Estaríamos mejor con López Obrador".
Y si creemos en las declaraciones oficiales, resulta no sólo que al cardenal Juan Jesús Posadas Ocapo lo mataron por error, por haberlo confundido con el "Chapo" Guzmán (¡ah, los narcos y su maldita manía de uniformarse con la indumentaria eclesiástica a que se refiere el canon 284!), sino que también el atentado contra Jaime Delgado Alcalde en Ciudad Valles fue una confusión, lo mismo que el secuestro masivo de turistas en Acapulco. De donde se concluye que, según el gobierno, los delincuentes son, además de malvados, todos unos tontos de capirote, cretinos, morones, imbéciles y subnormales badulaques que a todo y a todos y todas confunden, revuelven, reborujan y entremezclan. Urge, entonces, una adecuada intervención psicológica --acaso también, neuropsiquiátrica-- para que a los malosos se les quite de una vez lo pendejos y se limiten a agredir precisamente a aquellos que realmente quieren agredir, y sólo a ellos, no a terceras personas que tienen --tenemos-- derecho a no ser confundidas.
A todo eso, sumémosle las minas derrumbadas, los edificios bombardeados, las inundaciones de lodo tóxico, el calor, el frío, la lluvia, la sequía, etc., etc., etc....
¿Y si mi madre tuviera razón? ¿Y si ya se va a acabar el mundo?

domingo, 3 de octubre de 2010

Ella y yo

Ella y yo,
partículas reunidas,
el tren y su estación.

Ella y yo,
el scherzo y el rondeau.

Ella y yo,
¿Quién lo dictó?

Ella y yo,
¿quién lo previó?

Ella y yo,
no más prisión.

Ella y yo,
oro y crisol.

Ella y yo,
¡sí, cómo no...!


09 de agosto de 2010.

Canción oxidada

A fuerza de sobarla, oxidóse la Luna
--cuál plata, ni qué nada-- de tanta decadencia,
de tanto, y más, lo mismo, lo mismo y es el fondo
oscuro y hueco y húmedo sobaco de la Tierra.

Debe indebidamente pergeñar un soneto
el idiota arrogante (aprendiz de poeta)
con oxidada Luna y nubes vaporosas
como bobo pretexto, como trillado tema.

¿Qué, pues, Luna, qué entonces, haremos con tu herrumbre?
¿Con el fagot que ronca, la gaita que berrea,
con el violín que chilla y el bombo que retumba
trovar los mismos lloros, cantar las mismas quejas?

Puede ser, si se puede, si se logra y permite
comprar los mismos panes con las mismas monedas,
con las mismas monedas que el mendigo rechaza,
redondas y oxidadas, como lunas pequeñas.

29 de julio de 2010.